Todas las fotos de: PNUD El Salvador
Situado en Centroamérica, a orillas del océano Pacífico, El Salvador es particularmente vulnerable a los impactos del cambio climático, tales como la elevación del nivel del mar y fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes e intensos.
Por ejemplo, en 2022, la tormenta Julia damnificó más de 400 viviendas, destruyó 7.000 hectáreas de cultivos y dejó a unas 180.000 personas sin acceso a alimentos suficientes. Dado que 2023 fue el año más caluroso registrado hasta la fecha, la crisis climática seguirá poniendo a prueba la capacidad de resiliencia del país.
Sin embargo, la juventud salvadoreña sabe que la indiferencia y la inacción pueden resultar costosas, e incluso mortales. Tiene la capacidad y el entusiasmo necesarios para identificar causas en favor del clima, apoyarlas y comprometerse con ellas para proteger el futuro de sus comunidades. A través de ideas y perspectivas creativas e innovadoras sobre cómo llevar un estilo de vida sostenible y resiliente, los y las jóvenes están forjando un futuro verde para su país.
El PNUD en El Salvador está ayudando a concienciar sobre los obstáculos que plantea el cambio climático y las soluciones disponibles para hacerle frente, al tiempo que procura que se escuche a todas las personas. Mediante una nueva campaña, pretende amplificar las voces de la juventud que brindan soluciones y esperanza al país.
Cinco jóvenes expusieron su visión del futuro y lo que les motivó a pasar de la indiferencia a la acción frente al cambio climático. Nos demostraron que las soluciones están al alcance de la mano, que cada acción cuenta y que todas las personas tenemos un papel que cumplir.
André
André Ciriani es un padre joven que considera que su legado más importante es dar un ejemplo a su hijo pequeño.
“Yo me pongo a pensar, porque tengo un hijo, cuál es el mundo que le estamos dejando a esa generación. ¿Qué le estamos enseñando? Nosotros somos el ejemplo”.
A los 20 años fundó Bichos Boya, una empresa que fabrica tablas de equilibrio, patinetas y tablas de surf. Por cada tabla que venden, plantan un árbol nativo en la zona costera de La Libertad, cerca de San Salvador, la capital de El Salvador.
Actualmente, a sus 25 años, André intenta inculcar la conciencia medioambiental en todo lo que hace. Con Bichos Boya, ha inspirado a la juventud a unirse y ayudar a reforestar, limpiar los manglares, y cuidar el medio ambiente de sus comunidades.
“ Yo creo que el futuro va a ser mejor, ya que nos vamos a concentrar en educar a las nuevas generaciones. Hay una gran ola de conciencia y las personas quieren ayudar. Esa es mi gran motivación.”
Jennifer
Jennifer Benavides utiliza bolsas de plástico para crear ladrillos que pueden usarse como soportes verticales para complementar construcciones. Se inspira y motiva en los miembros más jóvenes de su familia.
La esperanza de Jennifer es que más personas se sumen a la reutilización de materiales o el intercambio de información entre pares, o a encontrar más soluciones creativas para construir un futuro más seguro.
“ Me inspiro en las nuevas generaciones, porque como las nuevas generaciones nos replican, nuestras acciones son importantes para ellos. Me gustaría que mi familia, como mi sobrina o mis primos que son pequeños, puedan tener un país más saludable.”
Caleb
Caleb Padilla es un ingeniero de sistemas que decidió centrar sus esfuerzos en la reforestación y la concienciación sobre la importancia de proteger los bosques.
Al crecer, Caleb adquirió un profundo aprecio por la naturaleza, en el que influyó en gran medida su abuela, quien le enseñó sobre el mundo de las plantas. En 2013, fue testigo de una de las primeras inundaciones en el centro histórico de su ciudad natal, Santa Ana, la cual lo motivó a actuar en favor de su ciudad y del medio ambiente.
Ahora, a sus 35 años, dedica todo su tiempo a su fundación Un Pulmón Más, comprometida con la reforestación. También forma a líderes climáticos y alienta a la juventud a que ayuden a cambiar el mundo.
“Yo quiero que las siguientes generaciones se consideren a sí mismos un pulmón más, que no dejemos la responsabilidad al bosque, sino que cada quien se sienta responsable de eso.”
Leticia
Letty Marroquín es una ingeniera ambiental de 27 años que procura concienciar a las personas sobre cómo vivir en armonía con la naturaleza. En 2020 creó The Eco Tea, un espacio donde las personas puede relacionarse, tomar un té y conversar sobre cuestiones ambientales.
La iniciativa despegó rápidamente e incluso ha ampliado el alcance de sus actividades ambientales. “El medio ambiente no solamente se trata de conservar y preservar especies nativas, animales, etcétera, sino también de cómo podemos llegar a vivir de manera sostenible tomando acciones ecológicas que nos puedan llevar a un mejor futuro como sociedad”.
Letty considera que a través del contacto con la naturaleza puede elevarse el nivel de conciencia y el involucramiento de las personas al respecto.
“Yo soy fiel creyente de que todas las personas pueden comprender esta temática si son partícipes de todas esas acciones. Cada una de las personas debe de involucrarse para que a través de la experiencia sepa qué puede hacer por el medio ambiente.”
Daniel
Daniel Mejia es un educador de San Salvador y un entusiasta defensor del reciclaje y la economía circular. Su objetivo es cambiar la cultura del desperdicio por una que maximice el uso de los recursos.
“Conocemos el concepto de que todo junto es basura, pero si se empieza separar se vuelve un recurso. La idea es llevar y concientizar la separación, esa labor tan importante que realmente es la base de la economía circular (…). El país es pequeño, entonces, así como es de chiquito, tenemos que cuidarlo cien veces más”.
La esperanza de Daniel es que los residuos domésticos se transformen en abono orgánico para minimizar la contaminación. También planea ampliar su acción climática para implicar a los niños, niñas y adolescentes, ya que son el futuro del país.
Esta campaña nos pide que reconozcamos que la crisis climática ya afecta nuestras vidas, que es hora de ser responsables y actuar, de motivar a nuestros amigos y amigas, familias y comunidades para que hagan lo mismo, y de exigir más acciones a quienes son responsables de la toma de decisiones. La juventud ha impulsado un movimiento mundial de acción climática, y ha transformado la indiferencia en acción liderando iniciativas en sus propios países y exigiendo a sus líderes medidas climáticas audaces. Es hora de seguir su ejemplo, en El Salvador y en todas partes.
—
La campaña se desarrolló en el marco del proyecto Agenda NDC, el cual forma parte de la iniciativa Climate Promise del PNUD en El Salvador. Esta iniciativa constituye la principal oferta mundial de apoyo a los países a en relación con las promesas climáticas nacionales en el marco del Acuerdo de París. Estas promesas, o contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés), son pasos cruciales hacia la consecución de las cero emisiones netas y el cumplimiento de las metas del Acuerdo de París. La iniciativa