Los bosques desempeñan múltiples funciones en la consecución de la sostenibilidad mundial, especialmente en la acción climática, la conservación de la biodiversidad y la ayuda para la subsistencia.
Las ciudades son elementos clave para combatir el cambio climático, debido a que actúan como centros neurálgicos de soluciones innovadoras de mitigación y adaptación.
Los enfoques de la economía circular se centran en la reducción de los residuos y la contaminación, el mantenimiento del uso de los materiales y los recursos, y la regeneración de los ecosistemas naturales.
El fomento de la igualdad de género y de enfoques socialmente inclusivos en la acción climática es fundamental para abordar la crisis climática.
La naturaleza y la biodiversidad constituyen el núcleo de una acción eficaz para hacer frente a la crisis climática.
Las pérdidas y los daños se refieren a los efectos negativos e inevitables del cambio climático, tanto en términos económicos como no económicos.
El cambio climático amenaza la salud y el bienestar de las personas en todo el planeta y agrava las desigualdades.
La seguridad climática se refiere a la protección de las sociedades, las economías y los sistemas políticos frente a los impactos del cambio climático.
La transparencia se refiere a la medición confiable, la presentación de informes accesible y la revisión por expertos de los datos climáticos nacionales y el progreso hacia los objetivos climáticos.
Para hacer frente al cambio climático, los países deben reorientarse hacia un desarrollo económico con bajas emisiones de carbono y alcanzar cero emisiones netas.