Según las proyecciones recientes, la población mundial podría pasar de los 7,9 mil millones de personas actuales a unos 9,7 mil millones en 2050 (documento disponible en inglés).
El impacto de nuestros patrones actuales de consumo y producción en el planeta es motivo de preocupación. Ya estamos en sobregiro ecológico; utilizamos más de la cantidad disponible de recursos naturales de la Tierra para mantenernos. Las estimaciones indican que, si seguimos por el camino actual, necesitaremos el equivalente a casi tres planetas de recursos naturales.
Seguir como hasta ahora no es una opción. Afortunadamente, ya estamos viendo un cambio de los modelos industriales tradicionales de “tomar, fabricar y desechar” a otros regenerativos y circulares. La transición tiene beneficios para las personas y para el planeta, tales como la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y otras formas de contaminación, de la pérdida de biodiversidad y de la degradación del medioambiente.
Los enfoques de la economía circular pueden ayudar a los países a acelerar su transición hacia economías más inclusivas, resilientes y con menos emisiones de carbono. Al mismo tiempo, pueden apoyar la regeneración de los sistemas naturales, responder a las crisis del clima y de la biodiversidad, y crear nuevos empleos ecológicos.
La creación de planes climáticos nacionales, o Contribuciones Determinadas a nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés), ofrece a los países la oportunidad de aprovechar los enfoques de la economía circular como una poderosa herramienta para cumplir los objetivos climáticos y de desarrollo a corto y mediano plazo, así como los objetivos a largo plazo de cero emisiones netas y otras prioridades medioambientales y de desarrollo estrechamente relacionadas.
Muchos gobiernos están tomando la iniciativa al incluir enfoques circulares dentro de sus NDC en sectores como los residuos, la agricultura, la planificación urbana, el turismo y la construcción.
A través de Climate Promise, el PNUD trabaja con los países para identificar y aprovechar estas oportunidades. Esto incluye evaluaciones de la economía circular para identificar las áreas prioritarias para la acción circular y la creación de comunidades profesionales para la participación del sector privado.