La juventud y el hip hop impulsan la acción climática en Uruguay

Mateo Jaén dirige un taller de música en el Centro Juvenil Francisco de la ciudad de Paysandú, en el noroeste del Uruguay. "El Francisco", como lo llaman sus vecinos, es uno de los centros juveniles del Uruguay cuyo objetivo es ayudar a jóvenes de entornos desfavorecidos a socializar; les ofrece apoyo mediante actividades educativas y de ocio.

En el taller que imparte Mateo, un grupo de adolescentes aprenden sobre producción musical. Mateo les enseña los procesos de composición y de escritura de letras, además de darles herramientas para encontrar rimas y ritmos. Los jóvenes también tienen la oportunidad de tocar instrumentos y aprender sobre los diferentes aspectos de la grabación y la edición. Mateo transmite a los adolescentes sus conocimientos y su pasión por el hip hop, y por la música en general, que fue cultivando desde temprana edad.

La ciudad de Paysandú, ubicada a orillas del río Uruguay, cuenta con extensas zonas vulnerables a los efectos del cambio climático, como inundaciones y sequías, de modo que las comunidades no tienen otra opción mas que adaptarse. Durante sus talleres de música, Mateo fue testigo de la preocupación que manifestaron los jóvenes de su ciudad frente a múltiples problemas ambientales, como la sequía en territorio uruguayo, la crisis del agua potable y la proliferación de cianobacterias y algas en el río Uruguay.

En el mundo, la juventud es cada vez más consciente de los retos y los riesgos que supone la crisis climática, y está movilizándose de una manera que no tiene precedentes, alzando la voz para crear conciencia y exigir que se tomen medidas. La juventud de Paysandú no es una excepción.

De la mano de Mateo e inspirados por el poder de la música, el grupo de jóvenes que participan en el taller compusieron una canción de hip-hop sobre los problemas ambientales que afectan a su ciudad y a su país.

La canción, "Cuidemos nuestra casa", revela las principales preocupaciones y ansiedades de los jóvenes compositores: “Los mares se ahogan en plástico y dolor, / la selva se enciende, es un grito de horror. / El aire se envenena con humo y con temor. / Es momento de actuar antes que empiece lo peor”. También da voz a su llamado a una acción unida: “Cuidemos nuestra casa, / la Tierra es nuestro hogar. / No hay planeta B, / es tiempo de reaccionar. / Unidos por el ambiente, / no hay tiempo que esperar, / debemos ser conscientes, / es hora de transformar”.

“Cuando escuchamos a niños cantar sobre estos problemas y sentimos cómo luchan por su futuro, el impacto es mucho más fuerte".

Cuando llegó al barrio la noticia de que El Francisco había escrito una canción, Mateo no dudó en dar un paso más y grabó un videoclip. Deseaba que el trabajo y las voces de ese grupo de adolescentes llegaran a más personas, y que incluso trascendieran las fronteras de Paysandú y el Uruguay.

La iniciativa Acción Climática Joven apoyó la filmación y producción del videoclip. El día del rodaje, todo el vecindario participó: se unieron para actuar en pos de un planeta más sano.

El Francisco es uno de los ocho centros juveniles que forman parte de una iniciativa conjunta del PNUD, UNICEF y el Ministerio de Ambiente del Uruguay pensada con el objetivo de crear conciencia y empoderar a los jóvenes para que participen en la acción climática.

El PNUD trabaja para promover la inclusión y participación significativa de las voces de los jóvenes en las consultas sobre los planes climáticos nacionales y en la toma de decisiones. Como parte de estos esfuerzos, Acción Climática Joven trabaja con centros juveniles para brindar herramientas y capacitaciones sobre el cambio climático y cuestiones ambientales, brindar una plataforma para expresar sus inquietudes e ideas, y actuar como un puente entre la juventud y los responsables de la formulación de políticas.

Cada centro se compromete con los jóvenes de diversas maneras: se centra en los intereses y en las aptitudes que la juventud tiene en los distintos contextos locales. En Paysandú, existen dos centros más, Estrella del Sur y Nuevo Camino, que trabajan para crear conciencia en la juventud sobre el clima y el medio ambiente.

En Estrella del Sur, un grupo de adolescentes utilizan juegos para llamar la atención de los niños y hablarles sobre el medio ambiente. Durante sus talleres de carpintería, recurren a su creatividad y utilizan materiales reciclados para construir juegos —jenga, zancos, tiro al blanco, etc.— que, posteriormente, llevan a las escuelas locales para que los niños aprendan lúdicamente. A esos juegos los llaman “Juégatela por el medio ambiente”.

“Lo que me motiva a ir a la escuela es mostrar los juegos a los niños y hacerles comprender los problemas que tiene hoy el mundo debido a todos los residuos que se acumulan” — Jony, Centro Juvenil Estrella del Sur.

En el otro extremo de la ciudad, los jóvenes que asisten al centro juvenil El Nuevo Camino advirtieron que su comunidad lidiaba con grandes cantidades de residuos y con contaminación por plástico. Hablaron con sus docentes sobre cuál sería la mejor manera de pasar a la acción en esos temas. Utilizando sus habilidades de costura, decidieron hacer bolsas con la ropa donada que se acumulaba y distribuirlas entre la comunidad local, con la esperanza de reducir el número de bolsas de plástico en el barrio.

“Lo que intentamos es crear conciencia entre las personas sobre qué ocurre en el Planeta, eso me hace sentir bien” — Priscila, Centro Juvenil El Nuevo Camino.

La juventud es protagonista en la búsqueda de soluciones para un futuro más sostenible. Sus preocupaciones e inquietudes son cruciales para el desarrollo de la vida comunitaria y para generar un entorno positivo que posibilite el cambio. Como sucede en muchas partes del mundo, la juventud uruguaya está alzando la voz y utilizando sus habilidades para acelerar la acción climática, incluso a través del poder de la música.

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La iniciativa Acción Climática Joven forma parte del mandato del PNUD de empoderar e involucrar a todas las partes de la sociedad en la acción climática, se articula a través de la iniciativa Climate Promise y el proyecto regional ACC Río Uruguay del PNUD; el objetivo de este último es aumentar la resiliencia de ciudades y ecosistemas costeros vulnerables al cambio climático en la ribera del río Uruguay.