El principal objetivo del Acuerdo de París es limitar el aumento de la temperatura global promedio a muy por debajo de 2 °C sobre los niveles preindustriales y, a su vez, esforzarse por limitar dicho aumento a tan solo 1,5 °C, con el objetivo de reducir los riesgos y efectos del cambio climático de manera significativa.
Para lograrlo, el Acuerdo de París establece una serie de tareas para las partes que lo suscriben. En primer lugar, se debe alcanzar en el mundo el punto máximo de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) lo antes posible y luego se deben generar reducciones profundas y rápidas de acuerdo con la mejor información científica disponible. En segundo lugar, los países deben lograr un equilibrio entre las emisiones humanas de GEI por fuentes y la absorción por sumideros de estos gases en la segunda mitad del siglo. Dicho de otro modo, eso significa reducir a cero las emisiones netas para 2050.
A tal fin, el Artículo 4.19 del Acuerdo de París señala que es necesario que los países formulen y presenten estrategias climáticas a largo plazo con la mira puesta en la mitad del siglo o el año 2050 ante la secretaría de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). A estos documentos a veces se los denomina de otras formas, como “estrategias de desarrollo con bajas emisiones” o, por su abreviación en inglés, “LTS” o “LT-LEDS”.
¿Por qué son importantes las estrategias climáticas a largo plazo? ¿Qué beneficios ofrecen?
Las estrategias climáticas a largo plazo (LTS) son fundamentales por muchos motivos.
-
Pueden ser de ayuda para evaluar y poner de manifiesto los beneficios socioeconómicos. Por ejemplo, la LTS de Chile expuso que tomar medidas para la neutralización de las emisiones de carbono para 2050 permitiría directamente ahorrar más de 267.000 millones de dólares de los Estados Unidos (USD), solo en materia de energía. Estas evaluaciones son de ayuda para que los responsables de la toma de decisiones justifiquen políticas públicas respetuosas con el clima, incluidas aquellas que brindan importantes beneficios sociales, como mejores resultados en materia de salud, mayor acceso a energía, seguridad en el empleo y una mejor resiliencia.
-
Pueden fortalecer y servir de orientación para las Contribuciones Determinadas a nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés). Una LTS ofrece una visión a largo plazo que le da coherencia y dirección a los compromisos climáticos nacionales de corto plazo, como la NDC. La LTS le permite a cada país alinear la planificación de desarrollo a corto plazo (incluida su NDC) con sus objetivos a largo plazo, lo que sirve de marco para la formulación de políticas.
-
Ayudan a evitar las inversiones intensivas en combustibles fósiles. Cuando un país formula su LTS, promueve el debate sobre la ambición climática y las posibles respuestas a través de políticas. Esto podría incluir una especial atención a evitar inversiones en sistemas intensivos de combustibles fósiles que obstaculizan o demoran la transición hacia alternativas con bajas emisiones de carbono, las cuales pondrían en peligro los esfuerzos del país en materia climática y, potencialmente, podrían aumentar los costos de una transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono.
-
Envían señales económicas claras. Las LTS envían señales de mercado tempranas y previsibles a los inversores en relación con las tendencias tecnológicas y los planes de crecimiento a largo plazo. A su vez, un país puede tomar decisiones más eficientes sin remordimiento en torno a inversiones públicas y privadas, y puede instalar en el debate público las formas de lograr un desarrollo con bajas emisiones de carbono.
-
Pueden propiciar una transición justa. Cuando un país tiene un plan claro para ser sostenible, debe tener en cuenta las necesidades de las personas que se verían más afectadas, incluidas aquellas que ya están en una situación difícil. Esto se denomina “transición justa”, y tiene por fin garantizar que nadie se quede atrás. Las LTS pueden servir de guía para gestionar la transición de forma justa e inclusiva.
-
Pueden facilitar la financiación climática. Las LTS brindan a los países la oportunidad de planificar los mecanismos presupuestarios adecuados con miras a financiar opciones de desarrollo sin emisiones de carbono. Entre otras cosas, pueden facilitar el acceso a la financiación climática internacional, que se torna cada vez más importante.
-
Pueden beneficiar el fortalecimiento institucional. La naturaleza transversal de las LTS implica que las políticas públicas y las iniciativas fiscales estén en sintonía y cuenten con la aceptación de los ministerios clave. En consecuencia, la planificación climática a largo plazo promueve la coordinación entre sectores y en todos los niveles gubernamentales para desarrollar, incentivar, implementar y llevar un seguimiento de las medidas clave en materia climática.
¿Se están haciendo suficientes esfuerzos a nivel mundial en cuanto a las estrategias climáticas a largo plazo?
Desde marzo de 2023, se han presentado 58 LTS para 64 países. Los países que han formulado estrategias de desarrollo con bajas emisiones representan más del 68 % del total de emisiones a nivel mundial en 2019, el 83 % del PIB mundial, el 47 % de la población mundial y alrededor del 69 % del consumo energético mundial.
Este es un buen punto de partida, pero se puede hacer más. En la 27.ª Conferencia de las Partes del año pasado en Egipto, se instó a los países que todavía no lo habían hecho a comunicar sus LTS en la 28.ª Conferencia, que se celebrará en Dubái (Emiratos Árabes Unidos) desde el 30 de noviembre de 2023.
¿Qué países o regiones llevan la delantera en cuanto a las estrategias climáticas a largo plazo?
A fecha de marzo de 2023, la región con más presentaciones de LTS es Europa y Asia Central, con 27 países y la Unión Europea. Asia y el Pacífico han presentado 14, mientras que América Latina y el Caribe y África han presentado 7 cada una. En América del Norte, tanto Canadá como los Estados Unidos han presentado sus LTS también.
Según el Rastreador de Acciones Climáticas, una de las plataformas con más reputación para verificar que los compromisos de los países se ajusten al Acuerdo de París, Chile, Colombia y Costa Rica tienen algunas de las LTS mejor diseñadas del mundo para reducir a cero las emisiones netas de dióxido de carbono y otras emisiones de GEI en el planeta para 2050.
La LTS de Chile abarca todos los sectores y gases, y se debe destacar que sustenta todas sus ambiciones por sector con análisis y presupuestos detallados de las trayectorias de emisiones. Esto incluye planes para reducir las emisiones de GEI con una industria sostenible, el desarrollo y uso de hidrógeno verde, la movilidad eléctrica, construcciones sostenibles, el retiro de las centrales a carbón, la eficiencia energética y una mayor captura de CO2 de los bosques.
En el caso de Colombia, su LTS presenta una serie de opciones de transformación, que denomina “apuestas”. Estas apuestas giran en torno al conocimiento y la gobernanza climática, la gestión integral de la biodiversidad, la producción y el consumo sostenibles, la transición justa de la fuerza laboral, el desarrollo rural sostenible, el desarrollo urbano integral, una matriz energética diversificada y con recursos limpios, una movilidad e infraestructura sostenibles, y a aumentar la capacidad adaptativa de la población y del sistema de salud.
Por otro lado, la LTS de Costa Rica identifica áreas prioritarias para la acción y medidas transversales para propiciar la descarbonización. Estas están vinculadas con la transformación del transporte público y el sector agrícola, con la electrificación de la economía usando energías renovables, con la implementación de reformas estructurales para instalar una nueva institucionalidad nacional que siente las bases para un nuevo sistema de producción y consumo sostenible, así como con una reforma fiscal verde a efectos de incentivar el desarrollo sostenible y el crecimiento sin emisiones, lo que reduciría las externalidades negativas que deterioran el capital natural.
Para el resto de los países, la estrategia de desarrollo con bajas emisiones (LEDS) actualizada de Moldova sirve de marco para cumplir los objetivos de reducción de emisiones de GEI que se expresan en la NDC presentada ante la CMNUCC en 2020. La LEDS propone reducir las emisiones de GEI un 70 % incondicionalmente y un 88 % condicionalmente en comparación con los niveles de 1990. El programa incluye objetivos para sectores específicos y plantea acciones clave para diversos sectores, como la eficiencia energética, el uso de fuentes de energía renovable y la gestión eficiente de desechos. La LEDS, además, evalúa el progreso respecto de las metas de reducción de las emisiones de GEI establecidos por sector para el año 2020, y proporciona información valiosa para la revisión de los objetivos y para la formulación de políticas y medidas adicionales.
Otra estrategia a destacar es la LTS de la República de las Islas Marshall, también denominada Tile Til Eo - 2050 Climate Strategy “Lighting the way” (Tile Til Eo: Estrategia Climática 2050 “Marcar el camino”). El documento cuenta con metas que abarcan toda la economía para reducir las emisiones de GEI: i) al menos un 32 % por debajo de los niveles de 2010 para 2025; ii) al menos un 45 % por debajo de los niveles de 2010 para 2030; iii) al menos un 58 % por debajo de los niveles de 2010 para 2035; y iv) a cero las emisiones de GEI netas a más tardar para 2050. Además, las Islas Marshall aportan un buen ejemplo de sintonía entre su NDC y su LTS, ya que la NDC contiene objetivos que coinciden explícitamente con metas de la LTS. La NDC también propone un ciclo de 5 años entre evaluaciones y revisiones de la LTS, en consonancia con los ciclos de revisión periódica de otros componentes del Acuerdo de París.
¿El PNUD trabaja con los países en sus estrategias climáticas a largo plazo?
Sí.
La iniciativa Climate Promise del PNUD apoya el desarrollo de LT-LEDS en todo el mundo, entre otras cosas, a través de la respuesta a la oferta de apoyo temático más reciente de la NDC Partnership. Hasta ahora, la iniciativa Climate Promise ha propiciado la actualización de 111 NDC y 19 LTS más ambiciosas en todo el mundo.
Por ejemplo, en la región de América Latina, además de haber apoyado la actualización de 23 NDC más ambiciosas, un área de trabajo clave ha sido favorecer la formulación e implementación de LTS en distintos países, incluidos Chile, Colombia y Costa Rica. El PNUD, además, colabora en iniciativas conjuntas con otros socios, y a través de redes como la Plataforma Regional LEDS LAC, con el fin de promover, diseñar y ayudar en la implementación de LTS.
Con base en consultas sobre economía circular que se realizaron en 2020, el PNUD también ayudó a la República Democrática Popular Lao a completar una estrategia de desarrollo con bajas emisiones de carbono a largo plazo que planteara medidas políticas clave para crear un marco legal que facilite y sirva de guía en la implementación tanto de la LTS como de la NDC actualizada. Kenya recibió apoyo para formular una LTS para toda la economía que se basó en la actualización de la NDC y propuso las acciones prioritarias con el fin de lograr cero emisiones netas para 2050. El Presidente de Kenya anunció dicha estrategia en una cumbre de líderes mundiales en la 26.ª Conferencia de las Partes. En el caso de Zimbabwe, el PNUD ayudó al gobierno a evaluar cómo generar puestos de trabajo verdes a partir de las políticas y las medidas propuestas en la NDC y la LTS, que también fueron respaldadas por el PNUD.
Editor's Note: If you found this piece useful, sign up for our monthly climate newsletter to get more explainers and climate news delivered directly to your inbox.