¿Qué es el financiamiento climático basado en resultados y cómo funciona?

¿Qué es el financiamiento climático basado en resultados y cómo funciona?
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Resumen:

  • El financiamiento climático basado en resultados se refiere a los mecanismos de financiación que vinculan el flujo de recursos financieros directamente al logro de resultados climáticos medibles y verificados.
  • El financiamiento climático basado en resultados mejora la transparencia, la rendición de cuentas y la eficiencia en el uso de esta financiación.
  • Existen dos grandes categorías de financiamiento climático basado en resultados: los enfoques de mercado, como los mercados de carbono; y los enfoques de no-mercado, como los bonos sostenibles indexados y los pagos basados en resultados de REDD+.
  • La eficacia del financiamiento climático basado en resultados depende de la cuantificación adecuada de los resultados, la obtención de financiación inicial para alcanzar y medir dichos resultados, la gestión de los flujos financieros y la formulación de políticas sólidas.
  • La creación de instituciones y marcos de gobernanza sólidos, la capacitación y el apoyo sobre los diferentes mecanismos de financiación y la garantía de la equidad son fundamentales para el éxito del financiamiento climático basado en resultados. 
¿Qué es el financiamiento climático basado en resultados? 

El financiamiento climático basado en resultados se refiere a los mecanismos de financiación que vinculan el flujo de recursos financieros directamente a la consecución de resultados climáticos específicos, medibles y verificados de forma independiente. Las partes interesadas que obtienen dichos resultados reciben pagos o incentivos proporcionales a estos, lo que crea un modelo impulsado por los resultados. Este enfoque redefine la forma de financiar la acción climática, ya que, en lugar de financiar las intenciones, recompensa los resultados. Dada la urgente carrera mundial para enfrentar el cambio climático, el financiamiento climático basado en resultados constituye una opción prometedora, pues mejora la transparencia, la rendición de cuentas y la eficiencia en la asignación de fondos climáticos.

Existen dos grandes categorías de financiamiento climático basado en resultados:  

  • Los enfoques de mercado funcionan como un mercado en el que los resultados climáticos —como la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero— se compran y venden a través de la transacción de activos que corresponden a dichos resultados. Es decir, que el apoyo financiero está directamente vinculado a beneficios climáticos verificados que se pueden comercializar.  
  • Por otro lado, los enfoques de no-mercado consisten en brindar pagos, compensaciones o recompensas económicas para fomentar la acción climática sostenida. Estos enfoques funcionan como políticas de incentivos que complementan y refuerzan las normas y regulaciones gubernamentales, con el objetivo colectivo de mejorar los resultados ambientales.  

El éxito del financiamiento climático basado en resultados depende de que todas las partes interesadas cuenten con sistemas sólidos de medición, reporte y verificación (MRV) que permitan monitorear el progreso y medir los resultados de manera precisa. La verificación independiente de los resultados constituye una piedra angular para garantizar la credibilidad.  

¿Por qué es importante el financiamiento climático basado en resultados? 

El financiamiento climático basado en resultados vincula los flujos de financiamiento directamente a los resultados de mitigación del cambio climático verificados. Esta clara conexión entre financiamiento y los resultados aumenta la transparencia, lo que a su vez genera confianza entre todas las partes interesadas - desde los gobiernos y los donantes hasta las comunidades de base que trabajan en la acción climática.  

El financiamiento climático basado en resultados también impulsa la innovación. Dado que el financiamiento depende del logro de resultados, los responsables de la implementación se esfuerzan por encontrar las formas más eficaces y eficientes de producir impacto. Este enfoque centrado en resultados fomenta una cultura de aprendizaje y mejora continua, lo que a su vez refuerza el éxito y la sostenibilidad a largo plazo de las iniciativas climáticas (enlace en inglés).  

Además, centra la atención en la creación de instituciones sólidas que se encarguen de hacer seguimiento y lograr la sostenibilidad a largo plazo de estos resultados. Al recompensar el logro de avances medibles, el financiamiento climático basado en resultados ayuda a los países a cumplir sus objetivos bajo el Acuerdo de París, y contribuye a transformar sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) de compromisos a acciones reales. Este enfoque fomenta una mayor apropiación nacional al tiempo que refuerza los marcos institucionales, lo que mejora la gestión, consolida la rendición de cuentas y facilita la participación activa de las partes interesadas, como los gobiernos subnacionales, los pueblos indígenas y las comunidades locales. De este modo, se convierten en corresponsables en la obtención de resultados, lo que les abre nuevas vías de acceso al financiamiento climático. 

Por último, el financiamiento climático basado en resultados atrae al sector privado. Su énfasis en resultados claros y medibles, y en la transparencia de los informes reduce los riesgos de inversión, fomenta una mayor inversión privada e impulsa los flujos generales de inversión. 

¿Cómo funcionan los mecanismos de financiamiento climático basado en resultados?

En esquemas de financiamiento climático basado en resultados, el éxito se mide mediante indicadores que reflejan los avances reales hacia los objetivos de mitigación o adaptación al cambio climático. 

En el caso de la mitigación, los resultados se suelen evaluar mediante la reducción, la prevención o la remoción verificada de las emisiones de gases de efecto invernadero, medidas en toneladas de dióxido de carbono equivalente (CO2e), una unidad de medida que se utiliza para estandarizar el impacto climático de diversos gases de efecto invernadero. Dependiendo del sector, también se pueden utilizar otros indicadores complementarios, como el cumplimiento de las salvaguardas sociales y ambientales (enlace en inglés).  

En cuanto a la adaptación, es más difícil establecer un sistema de financiación basado en resultados debido a la dificultad inherente de medir los resultados en materia de resiliencia. Sin embargo, iniciativas como el Servicio de Financiamiento de Observaciones Sistemáticas (enlace en inglés) ya están implementando el financiamiento basado en resultados, en virtud de la cual los países en desarrollo recibirán financiamiento tras la verificación de la transmisión en tiempo real de los datos meteorológicos. Del mismo modo, el debate actual sobre el objetivo mundial relativo a la adaptación, en el que se definen indicadores comunes para medir los avances en materia de adaptación (disponible en inglés), puede contribuir a mejorar las condiciones propicias hacia el financiamiento basado en resultados aplicado a la adaptación al cambio climático en el futuro. 

Un ejemplo destacado para el financiamiento basado en resultados de mercado son los mercados de carbono. Estos mercados permiten convertir los resultados verificados de mitigación en créditos de carbono que se pueden comprar y vender, creando un incentivo financiero para la acción climática. Existen dos tipos principales de mercados de carbono: regulados y voluntarios. Los mercados de carbono regulados, como el régimen de comercio de derechos de emisión de la Unión Europea o los enfoques cooperativos del artículo 6 del Acuerdo de París (enlace en inglés), funcionan bajo normas y regulaciones formales establecidas por los gobiernos. Los mercados voluntarios de carbono se basan en estándares independientes que definen cómo medir y contabilizar los resultados climáticos. Estas normas y estándares cubren todos los aspectos, desde las metodologías y la contabilidad del carbono, hasta las salvaguardas ambientales y sociales. 

Entre los ejemplos de esquemas de financiamiento basado en resultados de no-mercado, se incluyen los bonos sostenibles indexados y los pagos basados en resultados (PPR) de REDD+. Los bonos indexados a la sostenibilidad han ganado popularidad en los últimos años. Estos bonos incluyen objetivos climáticos y su consecución puede dar lugar a incentivos financieros, como la reducción de las tasas de interés para los titulares de deudas. El diseño y la estructura del bono describen tanto los criterios de resultados climáticos como las condiciones financieras relacionadas cona ellos. Los acuerdos bilaterales y multilaterales de financiamiento basado en resultados funcionan de forma similar. Los gobiernos acuerdan condiciones específicas para el desembolso de fondos y métodos para medir los resultados, a menudo en consonancia con acuerdos multilaterales, como los de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), u otras disposiciones, como el cumplimiento de hitos de la política climática, para activar el financiamiento bajo dichos acuerdos. 

Los pagos basados en resultados de REDD+ vinculan directamente el financiamiento a la reducción de las emisiones derivadas de la deforestación y la degradación forestal. Dos iniciativas importantes en este ámbito son el Fondo de Carbono (enlace en inglés) del Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques y el programa piloto de pagos basados en resultados de REDD+ (enlace en inglés) en el marco del Fondo Verde para el Clima (FVC). Este último se puso en marcha en 2017 y, hasta la fecha, ha asignado 500 millones de dólares de los Estados Unidos a países que demuestran la reducción parcial o completa de emisiones según lo establecido en el marco de la CMNUCC para REDD+ (disponible en inglés), y que cumplen los criterios de elegibilidad del Fondo Verde para el Clima. 

¿Qué dificultades plantea el acceso al financiamiento climático basado en resultados? 

Si bien el financiamiento climático basado en resultados ofrece poderosos incentivos para la acción climática, también plantea varios desafíos.

La dificultad más importante es la necesidad de una inversión inicial. Como los pagos solo se realizan después de que los resultados se han medido y verificado de forma independiente, los responsables de la implementación deben obtener financiación inicial para llevar a cabo las actividades que conducen a dichos resultados. Esto puede suponer un obstáculo importante, sobre todo para las partes interesadas y los países con acceso limitado a capital, lo que puede excluir a las comunidades locales o a las organizaciones más pequeñas.

No siempre es fácil medir los resultados climáticos reales. Una cosa es lograr un impacto y otra muy distinta es demostrarlo. Aquí es donde entran en juego los sistemas de medición, notificación y verificación, y la verificación independiente. Poner en marcha estos sistemas requiere conocimiento técnico e inversión. La verificación de los resultados implica coordinación con las diversas partes interesadas, convenir y comprender las metodologías y navegar las diferencias lingüísticas y culturales.

El financiamiento climático basado en resultados puede generar grandes flujos de financiación, pero la falta de políticas e instituciones sólidas que gestionen estos recursos de manera eficaz puede suponer un desafío.

Si bien existen métodos sólidos para dar seguimiento a los resultados de mitigación, la variedad de estándares entre las distintas fuentes de financiación —en especial entre los enfoques de mercado y no-mercado— añade complejidad. Por ejemplo, los mercados de carbono pueden plantear desafíos adicionales, como la variedad de normas entre los distintos estándares o la inclusión de requisitos como la claridad sobre los derechos de carbono.

¿Cómo se pueden abordar estas dificultades? 

Para que el financiamiento climático basado en resultados sea más eficaz e inclusivo, es esencial contar con un diseño riguroso y un apoyo estratégico. Muchos de los desafíos principales, como la medición de resultados o la gestión de los flujos financieros, pueden ser abordados mediante el fortalecimiento de las instituciones que implementan estos programas. Esto incluye mejorar los sistemas de medición, notificación y verificación, establecer normas claras para la gestión de los fondos, mejorar el intercambio de datos entre organismos y crear marcos de gobernanza sólidos, entre otras medidas.

Asimismo, el desarrollo de capacidades puede ayudar a los países a interpretar los diferentes estándares y métodos que utilizan las distintas fuentes de financiamiento, y facilitar el acceso a múltiples tipos de financiación. Por ejemplo, al vincular la preparación para el acceso a mercados de carbono con los sistemas nacionales de medición, notificación y verificación y de salvaguardas, los países pueden acceder de forma simultánea a fuentes de financiación de mercado y no-mercado, sin comprometer la integridad ambiental o social.  

La necesidad de inversión inicial se puede resolver mediante la combinación de herramientas flexibles, como subvenciones, préstamos y pagos por hito alcanzado, para aliviar los costos iniciales, en particular cuando los recursos son escasos.

Otro factor crucial es garantizar la equidad (enlace en inglés). Para que los sistemas basados en resultados sean verdaderamente eficaces, deben dar cabida a una amplia gama de intervenciones y flujos financieros que garanticen que los grupos marginados, como las mujeres, la juventud y los pueblos indígenas puedan participar de forma significativa y beneficiarse de manera equitativa. Por lo tanto, es preciso adaptar los mecanismos financieros para que proporcionen un acceso equitativo a las diversas partes interesadas. No es solo una cuestión de justicia, sino también de mejorar el alcance, la sostenibilidad y la legitimidad de la acción climática sobre el terreno. 

¿Qué función desempeña el PNUD para apoyar el financiamiento climático basado en resultados? 

El PNUD desempeña un papel clave para favorecer el financiamiento climático basado en resultados a nivel mundial, puesto que cuenta con una amplia experiencia en la mitigación del cambio climático en el sector de bosques y uso de la tierra. Sus funciones abarcan la asistencia técnica, la elaboración de políticas, la ejecución de proyectos y el intercambio de conocimientos a escala mundial, que presta en su mayor parte como socio del Programa de Colaboración de las Naciones Unidas para Reducir las Emisiones debidas a la Deforestación y la Degradación Forestal en los Países en Desarrollo ONU-REDD.

En el ámbito técnico, el PNUD ayuda a los países a cumplir los criterios de elegibilidad de las fuentes de financiamiento y a fortalecer las capacidades institucionales necesarias para participar en esquemas de financiamiento climático basado en resultados.  

El PNUD también se centra en promover la transparencia, garantizar las salvaguardas ambientales y sociales y crear sistemas de participación equitativa para todos los mecanismos de financiamiento climático basado en resultados, incluidos los mercados de carbono.

Para fomentar una alta integridad en todos los tipos de mercados de carbono, el PNUD puso en marcha su iniciativa de Mercados de Carbono de Alta Integridad (disponible en inglés). El PNUD ayuda a los países a acceder a mercados de carbono de alta integridad y a implementarlos, brindándoles apoyo estratégico tanto en la fase de preparación como en la de ejecución. Esto incluye la asistencia relativa a la cooperación en virtud del Artículo 6, los mercados internacionales voluntarios de carbono, y los esquemas nacionales de cumplimiento. El trabajo del PNUD se basa en las salvaguardas ambientales y sociales, la transparencia y la participación equitativa en los beneficios, y garantiza que el financiamiento de carbono se ajuste a los objetivos climáticos nacionales y contribuya de manera significativa a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

En términos de políticas, el PNUD colabora con los gobiernos para armonizar el financiamiento climático basado en resultados con sus estrategias nacionales. En Indonesia, por ejemplo, esto supuso ayudar a canalizar financiamiento de REDD+ hacia el Fondo para el Medio Ambiente en apoyo de la Estrategia Sumidero Neto de Carbono para el sector de Silvicultura y Otros Usos del Suelo 2030 (disponible en inglés).

Al mismo tiempo, el PNUD ayuda a los países a implementar los recursos obtenidos a través de financiamiento basado en resultados, en particular, los pagos basados en resultados de REDD+. Su propio instrumento de pago basado en resultados ha supuesto un cambio radical, ya que permite agilizar este tipo de pagos.

En Costa Rica, los pagos basados en resultados se reinvierten en el Programa Nacional de Pago por Servicios Ambientales, incluso a través de una nueva modalidad que canaliza directamente el financiamiento a los territorios indígenas (enlace en inglés).

En Ecuador, los fondos de los pagos basados en resultados son destinados a la restauración de tierras forestales degradadas y a la promoción de una producción sostenible, lo que contribuye directamente a los objetivos climáticos del país a la vez que mejora las prácticas de uso de la tierra. También fortalece los esfuerzos para la transición hacia sistemas de producción libres de deforestación y vincula el financiamiento climático con cadenas de suministro sostenibles y la conservación de bosques a largo plazo.

En Brasil, el programa Floresta+, financiado por los pagos basados en resultados, incentiva los servicios ambientales que prestan los pequeños agricultores, las comunidades tradicionales y los pueblos indígenas de la Amazonía (enlace en inglés). Al vincular las recompensas financieras a la gestión ambiental verificada, el programa avanza tanto en los objetivos climáticos como en el desarrollo local.

El PNUD también actúa como centro de intercambio de conocimientos sobre el financiamiento climático para la acción forestal, incluida la financiación basada en resultados. Un reciente intercambio Sur-Sur, iniciado por el PNUD y organizado por Indonesia (enlace en inglés), reunió a este país, Brasil, Ecuador, Camboya, Costa Rica y la República Democrática del Congo para intercambiar experiencias y fortalecer la cooperación en materia de REDD+ y financiación climática basada en resultados, para ayudar a los países a aprender unos de otros y a adaptar los enfoques a sus necesidades particulares. 

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