¿Qué son las NDC y cómo impulsan la acción climática?

¿Qué son las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional y cómo se originaron?  

El Acuerdo de París transformó la forma de actuar contra el cambio climático.

Este tratado internacional jurídicamente vinculante, que fue adoptado en 2015 por las 196 Partes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en París, estableció objetivos mundiales universales respaldados por todos los países. En primer lugar, se intentará garantizar que el aumento de la temperatura media mundial se mantenga muy por debajo de los 2 °C, preferiblemente a 1,5 °C, en comparación con los niveles preindustriales. También se intentará aumentar la capacidad de adaptación al impacto climático y adecuar las corrientes de financiación a las necesidades de los países para alcanzar estos objetivos.

El Acuerdo de París significó un cambio importante en las negociaciones internacionales sobre el clima, ya que se estableció un enfoque universal dirigido por los países para alcanzar objetivos climáticos colectivos, y, a la vez, se creó un marco para el seguimiento y la notificación transparentes de los avances mundiales.

Uno de los principales instrumentos para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París son las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés) Las NDC son los compromisos climáticos nacionales que cada Parte debe llevar a cabo y que establecen cómo contribuirán a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y a adaptarse al impacto climático.

Las NDC representan objetivos a corto y mediano plazo, suelen incluir medidas tanto de adaptación como de mitigación y deben actualizarse cada cinco años. Cada actualización debe ser más ambiciosa y proponer objetivos más estrictos que ayuden al mundo a acercarse a la meta de los 1,5 °C.

¿Qué contiene la NDC de un país?

En sus NDC, los países presentan un análisis proyectado tanto de los riesgos como del impacto climático. También exponen sus planes para reducir las emisiones de los gases de efecto invernadero que causan el cambio climático. Las NDC comprenden específicamente los compromisos asumidos por los países para reducir estas emisiones y adaptarse al impacto climático. En ellas, se establecen objetivos cuantitativos o cualitativos, plazos y un conjunto de acciones en sectores prioritarios, como el de la energía, el transporte, la agricultura, la salud, el agua, las infraestructuras, el turismo y muchos más.

La mayoría de los países también incluyeron presupuestos aproximados para alcanzar sus objetivos climáticos, y muchos países en desarrollo remarcaron que necesitarían ayuda financiera externa para aplicar algunas o todas sus medidas en caso de que carecieran de los recursos nacionales necesarios. Los países en desarrollo también suelen solicitar ayuda para la transferencia de tecnología y la creación de capacidades.

Cuando los objetivos dependen de ayuda financiera externa, se habla de objetivos “condicionales”. Los objetivos que un país puede alcanzar sin ayuda financiera externa se denominan “incondicionales”.

¿Son importantes las NDC?

En pocas palabras, sí. Son muy importantes, de hecho.

En primer lugar, las NDC son importantes porque refuerzan los objetivos mundiales acordados en el marco del Acuerdo de París y presentan los compromisos exactos que asumen los países para alcanzarlos. Nos muestran el objetivo de cada Parte para reducir sus emisiones de GEI, en qué plazo lo logrará y qué medidas llevará a cabo para tal fin. En conjunto, las NDC también pueden demostrar qué tan cerca (o lejos) está el mundo de alcanzar los objetivos climáticos colectivos.

En segundo lugar, las NDC son importantes porque constituyen planes respaldados políticamente cuyo fin es invertir en áreas cruciales que no solo tienen el potencial de cumplir los objetivos climáticos, sino también de impulsar el desarrollo sostenible. Por ejemplo, el 100 % de las NDC que apoya la iniciativa Climate Promise del PNUD tienen políticas y objetivos energéticos, y el 90 % comprenden el sector agrícola. Además de permitir hacer frente a la crisis climática, alcanzar estos objetivos también puede contribuir a satisfacer las prioridades de desarrollo, como el acceso a la energía o la seguridad alimentaria.

Como resultado, las NDC pueden ayudar a los gobiernos a priorizar acciones en todos los sectores y alinear sus políticas y legislación con los objetivos climáticos. Por ejemplo, tanto Uganda como Nigeria promulgaron leyes nacionales sobre el cambio climático en 2021, que dieron fuerza legal al Acuerdo de París y a sus NDC. 

En tercer lugar, las NDC son universales. Son obligatorias para todos los países, tanto desarrollados como en desarrollo, y han sido respaldadas en el más alto nivel gubernamental. Si se llevan a cabo correctamente, podrían servirnos para abordar las crisis actuales a las que se enfrenta el mundo: no solo la crisis climática, sino también el aumento de los precios de la energía y los alimentos, la inseguridad y la inestabilidad, las migraciones, la pandemia de COVID-19, entre otros.

¿Qué es el mecanismo de “ajuste de la ambición”?

Las NDC se deben actualizar con el tiempo. Uno de los principios esenciales del Acuerdo de París es que cada Parte intensifique sus planes, es decir, que cada cinco años incremente sus esfuerzos con el fin de reflejar “la mayor ambición posible”. Las revisiones y actualizaciones de las NDC serán las que finalmente forjen el camino para lograr el objetivo de reducir a cero las emisiones netas para 2050.

La primera generación de NDC se determinó cuando se adoptó el Acuerdo de París en 2015. La segunda generación constituyó la primera actualización, la cual fue llevada a cabo en 2020.

El mecanismo de ajuste de la ambición ya está funcionando. La primera generación de NDC reveló que el objetivo de temperatura mundial media se redujo a 3,7 ºC. Por su parte, los resultados de la segunda generación de NDC mostraron una reducción aún mayor, a 2,7 ºC. Aunque estos números no bastan para alcanzar todos los objetivos establecidos en el Acuerdo de París, suponen un paso en la dirección correcta.

¿El mundo se está esforzando lo suficiente en materia de las NDC?

La respuesta breve es que los países en desarrollo, incluidos los más vulnerables, están haciendo esfuerzos enormes. Se necesita más apoyo para mantener esta tendencia y lograr que todos los países puedan alcanzar sus objetivos en relación con las NDC de forma efectiva.

La iniciativa Climate Promise del PNUD, que respalda al 85 % de los países en desarrollo en sus procesos de cumplir con sus NDC, ha elaborado un amplio análisis al respecto. Nuestros análisis revelan que, a la fecha de abril de 2023, el 93 % de los países que reciben apoyo de nuestra iniciativa para revisar y presentar la segunda generación de NDC demostraron esfuerzos de mitigación más ambiciosos o intentan hacerlo. A su vez, el 93 % también está incorporando objetivos de adaptación más firmes.

Con base en estos datos, podemos concluir que los países en desarrollo y vulnerables están logrando avances tangibles en cuanto a ambición. Por ejemplo, los países africanos muestran un compromiso más firme que el de la media mundial, evidente en el mayor grado de determinación de sus promesas relativas a la resiliencia climática, en el aumento de sus esfuerzos de transparencia y en la aparición de nuevas tendencias como la transición justa. Mientras tanto, las NDC que presentaron los países de América Latina y el Caribe registraron niveles elevados de inclusividad y responsabilidad entre las partes interesadas en comparación con la media mundial (95 % frente a 82 % en 2022). 

Los países en desarrollo están tomando medidas activamente para acelerar la implementación de sus NDC. Desarrollan soluciones climáticas integradas que puedan extenderse y que les permitan proponerse objetivos más ambiciosos. Entre ellas, se incluyen soluciones basadas en la naturaleza, prácticas de economía circular y enfoques de gestión integrada de los recursos hídricos. Estos países están colaborando activamente con el sector privado en dichas iniciativas y son pioneros en la implementación de instrumentos del mercado del carbono.

Sin embargo, aún persiste el reto general de atraer inversiones. Resta mucho por hacer para atraer financiación del sector privado, integrar los objetivos de las NDC en los presupuestos nacionales y establecer políticas y normas que fomenten aún más la inversión en la acción climática.

¿Cómo puedo saber si mi país está avanzando en sus objetivos climáticos?

El sitio web de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) cuenta con una base de datos en la que figura qué países han presentado sus NDC y en qué fecha lo hicieron.

A su vez, la iniciativa Climate Promise del PNUD desempeña un papel vital en el seguimiento de las tendencias actuales de los datos sobre las NDC y proporciona periódicamente información y análisis actualizados sobre los avances hechos para lograr los objetivos del Acuerdo de París. Aquí podrás encontrar un resumen de las NDC de los países que asistimos. También elaboramos análisis sobre regiones y grupos específicos.

En 2021, el PNUD publicó un informe titulado The State of Climate Ambition (Estado de la ambición climática) en el que se exploran las tendencias mundiales en materia de presentación, ambición y calidad de las NDC. Este informe se publicó junto a Panoramas Regionales (2022). En ellos, también se analizan los avances en el desarrollo de sistemas y estructuras que posibiliten la implementación de las NDC.

El PNUD también pone de relieve regularmente los logros de los países en el ámbito climático a fin de exponer los cambios y avances materiales, y despertar el deseo de actuar en pos de un futuro sostenible. Entre estos logros, se destacan los esfuerzos de Filipinas para generar una economía circular, la descarbonización de los Balcanes, las iniciativas de transporte de bajas emisiones en América Latina y el Caribe, y la localización de la acción climática en Côte d’Ivoire.

En virtud del Acuerdo de París, todos los países deben realizar un seguimiento de sus acciones y avances para alcanzar sus objetivos climáticos. Por ejemplo, Uganda desarrolló una herramienta de seguimiento intuitiva para informar sobre cómo el país ha alcanzado sus objetivos. 

¿Cuáles son los próximos pasos para el Acuerdo de París y las NDC?

Los años venideros seguirán siendo decisivos para la acción climática.

En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2023 (COP28), el mundo será testigo de la presentación y el análisis oficiales del balance mundial (GST, por sus siglas en inglés), un arduo proceso de dos años en el que se recolectó, compiló y sintetizó información sobre el estado actual del mundo en la consecución de los objetivos del Acuerdo de París. Allí se analizará la primera evaluación exhaustiva de los avances logrados desde la adopción del Acuerdo de París. Además de ofrecer un panorama mundial, esta evaluación ayudará a entender desde una perspectiva inédita dónde nos encontramos a nivel colectivo, qué medidas se han tomado y qué medidas deben tomarse para alcanzar los objetivos mundiales. También servirá de base para la próxima ronda de presentaciones de NDC actualizadas y más ambiciosas, prevista para 2025. El balance mundial es un hito importante en los esfuerzos colectivos para contrarrestar el cambio climático y representa la oportunidad de renovar los compromisos asumidos por los países en pos de un futuro sostenible.

¿De qué forma puedo colaborar con las NDC?

Todos podemos colaborar en hacer de la acción climática una realidad. Aunque las NDC parecen ser muy vastas y estar vinculadas a complejas dinámicas globales, se reducen a un conjunto de acciones concretas emprendidas por diversos sectores y comunidades que trabajan en armonía para alcanzar objetivos específicos.

Existen numerosas formas de contribuir en todo el mundo. En Kenya las autoridades están invitando a la sociedad en su conjunto a participar en la Campaña Nacional de Plantación y Restauración de Árboles, destinada a cumplir los objetivos climáticos del país. En Georgia, se llevó a cabo un Climatón para sensibilizar más sobre el cambio climático. En paralelo, distintas organizaciones de la sociedad civil están fomentando enfoques innovadores en las comunidades locales. En el Perú, el Ministerio del Ambiente inauguró una campaña de sensibilización ciudadana para incentivar a las organizaciones a medir, verificar y reducir su huella de carbono.

Además de las campañas e iniciativas gubernamentales, los movimientos climáticos encabezados por jóvenes y activistas indígenas han marcado la pauta para exigir medidas en favor de una justicia climática y un futuro de cero emisiones netas. Si deseas participar en estos procesos, estos son algunos consejos de nuestra parte:

1. Defiende la acción climática. Manténte al tanto de las últimas novedades y, si así lo sientes, conviértete en un defensor o una defensora de la acción climática. Infórmate y ayuda a que las personas a tu alrededor se informen y se sumen a la causa. En vísperas de la publicación del balance mundial, opina sobre el tema y contribuye al Acuerdo de París. Consulta este enlace para enterarte de eventos programados u organiza tu propio evento sobre el balance mundial.
2. Amplifica las voces. Investiga y sigue a los científicos y las científicas del clima, así como a activistas del clima e indígenas, sobre todo en los países y comunidades que se encuentran en mayor riesgo, y ayuda a amplificar sus voces. Súmate a sus causas y comparte su contenido en tus redes sociales.
3. Haz una petición a los funcionarios electos. Recuerda que el gobierno es responsable de las acciones climáticas y de las NDC, y que tienes derecho a exigirle que actúe.

Encontrarás más ideas en Herramientas para la defensa del clima.