Los pequeños Estados insulares en desarrollo se encuentran en la primera línea del cambio climático: he aquí el porqué

Artículos explicativos
Los pequeños Estados insulares en desarrollo se encuentran en la primera línea del cambio climático: he aquí el porqué

Resumen

  • Los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID) son un grupo de pequeñas naciones y territorios insulares que se enfrentan a desafíos de desarrollo sostenible similares.
  • Sus características comunes incluyen la ubicación remota, las poblaciones pequeñas, la dependencia de los recursos oceánicos y de las importaciones, el acceso limitado a la financiación y la vulnerabilidad a los efectos del cambio climático.
  • Entre los efectos del cambio climático que amenazan a los PEID se incluyen los fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes e intensos, el aumento del nivel del mar, y el calentamiento y la acidificación de los océanos.
  • Los PEID se comprometen a un futuro con cero emisiones netas de carbono y resiliente a través de ambiciosos planes nacionales de acción climática.
  • Hay una necesidad urgente de destinar recursos financieros para responder a los efectos del cambio climático, aliviar la carga de la deuda y poner en práctica planes cruciales de mitigación y adaptación al cambio climático en los PEID.
¿Qué son los pequeños Estados insulares en desarrollo?

Los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID) son un grupo de pequeños países y territorios insulares que comparten desafíos de desarrollo sostenible similares y se enfrentan a vulnerabilidades sociales, económicas y medioambientales comparables.

A pesar de su nombre, no todos los países pertenecientes a este grupo son islas. Belice, Guinea-Bissau, Guyana y Suriname también están incluidos por sus características comunes.

Algunas de las características que comparten los PEID son:

  • Ubicación remota: los PEID están dispersos por los océanos y mares del mundo; algunos se encuentran en zonas remotas, lejos de la masa continental más cercana. Puede ser difícil y costoso acceder a ellos, el transporte es poco fiable e infrecuente.
  • Poblaciones pequeñas: los PEID suelen tener poblaciones muy pequeñas, lo que limita sus opciones a la hora de crear economías diversificadas y aprovechar las ventajas de la gran escala. La población total de todos los PEID, distribuida entre más de 1.000 islas, es de 65 millones de personas, lo que constituye menos del 1 % de la población mundial.
  • Dependencia de los recursos oceánicos: algunos PEID también se autodenominan "grandes Estados oceánicos". Las zonas oceánicas bajo el control de los PEID son, en promedio, 28 veces mayores que su masa terrestre, lo que hace que los recursos oceánicos y marinos sean vitales para sus economías. Las industrias como el turismo y la pesca pueden constituir hasta la mitad del PIB de algunas pequeñas economías insulares, como las de Antigua y Barbuda, Seychelles y Maldivas.
  • Dependencia de las importaciones: los PEID cuentan con pequeñas extensiones de tierra, lo que significa que no pueden producir todo lo que necesitan y dependen de las importaciones de alimentos y energía. Esto los hace muy vulnerables a los choques externos, como los efectos del cambio climático, las crisis financieras mundiales o la pandemia de COVID-19.
  • Acceso limitado a la financiación: si bien algunos PEID, como Haití, las Comoras y Timor-Leste, entran en la categoría de países menos adelantados (PMA), la mayoría se clasifican como países de ingreso mediano. Esto significa que no cumplen los requisitos para recibir financiación en condiciones favorables para acelerar los objetivos de desarrollo, a pesar de sus persistentes limitaciones de desarrollo. La falta de capacidad técnica local para participar en procesos financieros complejos también crea barreras.
  • Presión de la deuda: más del 40 % de los PEID se enfrentan a niveles de deuda insostenibles, o están a punto de alcanzarlos, lo que limita considerablemente su capacidad para invertir en resiliencia, acción climática y desarrollo sostenible.
  • Vulnerabilidad al cambio climático: a pesar de sus mínimas emisiones históricas de gases de efecto invernadero, los PEID se enfrentan a algunos de los efectos más graves del cambio climático, con importantes pérdidas y daños en forma de destrucción de infraestructuras, pérdidas económicas y culturales, pérdida de vidas y medios de subsistencia, pérdida de biodiversidad y desplazamientos forzados.
¿Cómo afecta el cambio climático a los PEID?

Los PEID están altamente expuestos a los huracanes y otros fenómenos meteorológicos extremos, cada vez más frecuentes e intensos debido a los efectos del cambio climático, que causan importantes pérdidas y daños a las personas, las infraestructuras y los cultivos. Entre 1970 y 2020, los PEID perdieron 153.000 millones de dólares de los Estados Unidos (USD) debido a fenómenos meteorológicos extremos (enlace en inglés), una cantidad importante en relación con su PIB promedio de USD 13.700 millones. Estos efectos están provocando desplazamientos cada vez mayores, y los pequeños Estados insulares del Caribe y el Pacífico Sur se ven afectados de forma desproporcionada en relación con el tamaño de su población.

Dado que se trata de países con extensas zonas marinas y costeras, el incremento del nivel del mar es también una enorme amenaza para las poblaciones, las actividades económicas y las culturas de los PEID; asimismo, las islas y atolones más pequeños ven amenazada su existencia. Casi 22 millones de personas en el Caribe viven a menos de 6 metros sobre el nivel del mar y la mayoría de las islas del Pacífico tienen más de la mitad de sus infraestructuras a menos de 500 metros de la costa. Se calcula que, para 2050, la mitad de la capital de Tuvalu estará inundada por la crecida de las mareas (enlace en inglés).

Las altas temperaturas y la acidificación de los océanos amenazan los ecosistemas marinos, como los arrecifes de coral, que no solo son clave para actividades económicas como la pesca y el turismo, sino que también proporcionan una valiosa protección a las costas frente a las mareas de tempestad, al tiempo que actúan como sumideros de carbono. Asimismo, el aumento de las temperaturas también incrementa los riesgos de sequía y la escasez de agua dulce en los PEID.

Foto: Patrick Rose/PNUD Islas Salomón
Cerca del 80 % de la población de las Islas Salomón vive en zonas rurales bajas y depende de la agricultura, la silvicultura y la pesca para su seguridad alimentaria y sus medios de vida. Su NDC hace referencia a la adaptación como una cuestión de supervivencia. Foto: Patrick Rose/PNUD Islas Salomón
¿Cómo contribuyen los PEID a hacer frente a la crisis climática?

Los pequeños Estados insulares están en la primera línea de la crisis climática, pero también están a la vanguardia de la acción climática. Muchos PEID han asumido firmes compromisos políticos para lograr un futuro con cero emisiones netas y resiliente al clima, incluso a través de ambiciosos planes nacionales de acción climática conocidos como Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés). Si bien los PEID son países con bajas emisiones, muchos ven en las NDC una oportunidad clave de desarrollo que puede ofrecer apoyo para solucionar las necesidades de adaptación.

A escala mundial, la economía de los océanos asciende aproximadamente a USD 3,6 billones anuales y genera 150 millones de puestos de trabajo (enlace en inglés). Los PEID son pioneros en la creación de marcos de economía azul y soluciones basadas en la naturaleza para diversificar sus economías, aumentar la resistencia a las crisis y mantener millones de medios de subsistencia.

Los PEID tienen algunos de los costos de electricidad más altos del mundo, debido en parte a su dependencia de los combustibles fósiles importados. La seguridad energética y la transición justa siguen siendo aspectos prioritarios en sus NDC. A pesar de los limitados recursos y espacio para infraestructuras de energías renovables, los PEID aspiran a alcanzar cero emisiones netas antes de 2050 mediante el aprovechamiento de las fuentes de energía solar, eólica y geotérmica.

Los PEID también han desempeñado históricamente una función clave en las negociaciones sobre el cambio climático, y han impulsado importantes etapas en la acción climática a través de diversos bloques de negociación, como la Alianza de los Pequeños Estados Insulares (AOSIS), el Grupo de los 77 y la Coalición de Alta Ambición. Junto con el grupo de los países menos adelantados, han sido los impulsores de los debates sobre pérdidas y daños y de la creación de un fondo para hacerles frente en la COP27. También han desempeñado una función decisiva para mantener el objetivo de 1,5 °C en el Acuerdo de París, con el argumento de que un límite de 2 °C pondría a sus países en un riesgo de impactos muy alto.

En 2023, Vanuatu lideró una coalición mundial que dio lugar a la histórica Resolución de la ONU que solicitó a la Corte Internacional de Justicia que exigiera jurídicamente rendir cuentas a los países contaminantes por no hacer frente a la emergencia climática.

Por qué es necesario que el mundo apoye a los PEID

Apoyar a los PEID es una cuestión de justicia climática. Los PEID, con solo el 1 % de las emisiones mundiales, son los menos responsables de la crisis climática; sin embargo, sufren algunas de sus peores consecuencias. Aunque estos países están adoptando medidas audaces, la existencia, el desarrollo y el bienestar de sus poblaciones se ven sin duda muy afectados por las acciones de las naciones más grandes e industrializadas.

Existe una necesidad urgente de destinar medios a la protección de los recursos oceánicos y marinos que actúan como sumideros de carbono, dado que absorben el 30 % del dióxido de carbono atmosférico a nivel mundial y son esenciales para mitigar el cambio climático. Sin embargo, los PEID también necesitarán recursos para adaptarse y responder de inmediato a efectos como al incremento del nivel del mar, incluso si el mundo limita el aumento promedio de la temperatura a 1,5 °C (enlace en inglés).

La creciente deuda limita los ya escasos recursos de los PEID para la acción climática, por lo que es urgente seguir debatiendo sobre el alivio de la deuda. Estas naciones han manifestado en repetidas ocasiones que las medidas tradicionales de desarrollo no reflejan suficientemente sus vulnerabilidades. En 2022, Barbados presentó la Iniciativa Bridgetown (enlace en inglés) para la reforma del sistema financiero mundial, con una serie de peticiones firmes para hacer frente a la espiral de aumento la deuda y la creciente susceptibilidad al cambio climático de los países de ingreso bajo. Es importante destacar que la iniciativa pretende mejorar la liquidez y el espacio fiscal de los países de ingreso bajo y hacer que el sistema financiero mundial sea más resiliente a las crisis.

¿Cómo apoya el PNUD a los PEID?

El PNUD utiliza su sólida presencia en las regiones de los PEID para apoyarlos en la mejora de la acción climática, el impulso de las economías azules y la catalización de una transformación digital (enlace en inglés).

Planes climáticos más ambiciosos

Mediante la iniciativa Climate Promise, el PNUD trabaja con los PEID para preparar NDC mejoradas que sean ambiciosas y exhaustivas (enlace en inglés). Por ejemplo, las Islas Cook están reforzando los objetivos de reducción de emisiones y añadiendo nuevos sectores en su NDC, con el objetivo de alcanzar cero emisiones netas entre 2030 y 2040. Antigua y Barbuda está embarcada en una transición justa de su fuerza de trabajo con un objetivo de energía renovable del 86 % a partir de recursos locales para 2030. Vanuatu ha fijado un objetivo del 65 % de energías renovables para 2030 y ha adoptado la economía circular. Dominica se está centrando en la protección de sus bosques, garantizando un sólido seguimiento del progreso y la inclusión de las comunidades indígenas.

Participación en los procesos de negociación

La iniciativa Progressive Platforms brinda asesoramiento diplomático y jurídico y apoyo técnico práctico para mejorar la capacidad de los funcionarios técnicos y de alto nivel para participar en las negociaciones internacionales sobre el clima, con especial énfasis en las mujeres y la juventud.

Transformación energética ambiciosa

En apoyo de la crucial transformación del sector energético, en las Comoras, el Africa Minigrids Programme del PNUD ampliará el acceso a la electricidad en los asentamientos más difíciles de alcanzar de las tres islas. CloudSolar, en Barbados, ofrece una plataforma digital para reducir el riesgo de la inversión en energía solar que permite a cualquiera comprar e invertir en paneles solares.

Obtención de financiación para el clima

Una de las principales prioridades de los PEID es identificar y desarrollar soluciones de financiación adecuadas para aumentar la resiliencia ante futuras perturbaciones y apoyar los planes climáticos. La Oficina del PNUD para el Pacífico movilizó 1 millón de dólares para apoyar los sistemas de alerta temprana sobre recursos hídricos en siete países: Estados Federados de Micronesia, Islas Cook, Islas Marshall, Islas Salomón, Kiribati, Nauru y Tonga. En el Caribe, países como las Bahamas, Belice y Suriname fomentan la economía azul para alcanzar sus objetivos de acción climática. Y, en el Pacífico, un nuevo mecanismo de financiación impulsará los recursos para la protección de los arrecifes de coral y las comunidades de Fiji. Por su parte, Mauricio y Seychelles han elaborado los primeros mapas de inversores en ODS de los PEID, que ofrecen información sobre las áreas de oportunidad de inversión y las tasas de rendimiento previstas.

Mejora del acceso a los datos

Para hacer frente a las brechas de disponibilidad de datos, el PNUD creó la Plataforma de Datos para los PEID, una herramienta digital de libre acceso que proporciona información actualizada, estandarizada y exhaustiva sobre cifras de los países, datos geoespaciales e indicadores de desarrollo. La asociación regional Ridge to Reef del PNUD con la Comunidad del Pacífico también contribuye a solventar esta brecha mediante el uso de datos espaciales para elaborar mapas de recursos, zonas críticas y hábitats.

Adaptación y soluciones basadas en la naturaleza

Gracias a su rica biodiversidad y ecosistemas, los PEID están recurriendo a soluciones basadas en la naturaleza, además de a nuevas medidas de infraestructura, como medio para adaptarse a los impactos del cambio climático. Cuba está restaurando los ecosistemas de manglares y bosques pantanosos para ayudar a proteger las costas de las inundaciones salinas y la erosión, y canalizar el agua dulce hacia las zonas costeras. Mauricio y Seychelles están restaurando arrecifes de coral degradados mediante cultivos comunitarios de coral y viveros.

Muchos países, como Cuba, Guinea-Bissau, Haití y Papua Nueva Guinea, se están centrando en reforzar y aplicar Planes Nacionales de Adaptación. Maldivas está garantizando el acceso al agua mediante un sistema que integra el agua de lluvia y el agua desalinizada de forma asequible, más fácil de mantener y no vulnerable a la variabilidad de las lluvias ni a la elevación del nivel del mar.

En colaboración con el PNUD, los PEID están transformando su forma de gestionar los ecosistemas y los recursos naturales, y trabajando para mejorar los sistemas alimentarios, fomentar la agricultura y la pesca sostenibles y promover el ecoturismo.

En lugar de sentarse a esperar, los PEID son líderes en el mundo en ambición, acción y promoción, y siguen demostrando su compromiso con la acción climática. El resto del mundo, especialmente los países desarrollados, deben seguir su ejemplo.

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