En todo el mundo, los conflictos se han extendido, complicado y prolongado. Se calcula que 2000 millones de personas viven hoy en zonas vulnerables y afectadas por conflictos. Se prevé que esta cifra aumente.
A su vez, los factores de perturbación climáticos han aumentado en frecuencia e intensidad: han trastornado vidas y medios de subsistencia, aumentado la competencia por los recursos naturales, provocado desplazamientos e impulsado la inseguridad alimentaria. Cada vez más países reconocen que la crisis climática es una amenaza para la paz y la seguridad internacionales.
Aunque el cambio climático no provoca directamente los conflictos violentos, sus efectos pueden exacerbar las causas.
Los efectos adversos del cambio climático se magnifican en contextos frágiles y afectados por conflictos, donde la gente ya se encuentra en situación de necesidad humanitaria y tiene una escasa capacidad para hacerle frente. Asimismo, las mujeres y los niños se ven afectados de forma excesiva.
Los conflictos y la inseguridad también pueden obstaculizar la acción contra el cambio climático. Los países y territorios que se enfrentan a un conflicto violento poseen una escasa capacidad para elaborar y aplicar una política climática. En la recuperación tras el conflicto, la acción climática puede suponer una prioridad secundaria mientras se afrontan retos más inmediatos.
Se calcula que 2000 millones de personas viven hoy en zonas vulnerables y afectadas por conflictos. Se prevé que esta cifra aumente.
También puede hacerse la misma afirmación en otro sentido. La acción contra el cambio climático puede mitigar los factores subyacentes del conflicto y la vulnerabilidad. Por ejemplo, el acceso a la energía renovable supone un salvavidas, ya que brinda agua limpia, luz, calor y medios de subsistencia, así como los servicios básicos y de emergencia. Además, impulsa el desarrollo económico local, a la vez que establece una vía segura para el desarrollo sostenible de los países.
El PNUD trabaja para apoyar a los países vulnerables y afectados por conflictos mediante soluciones integrales. La labor del PNUD en materia de seguridad climática, incluidos los programas en los Estados árabes y el Pacífico, destaca planes de prevención de conflictos y consolidación de la paz adaptados al clima, garantizando que los esfuerzos en materia de naturaleza, clima y energía no solo no perjudiquen, sino que contribuyan favorablemente a la paz.
En el marco de la iniciativa Climate Promise, el PNUD actúa sobre el terreno en 46 contextos vulnerables y afectados por conflictos, prestando apoyo específico a los gobiernos para que avancen en sus objetivos climáticos.